domingo, 17 de enero de 2016

CALLE DEL ROLLO:

De la calle de Madrid

A la plaza de la Cruz Verde.

Es una de las más curiosas y pintorescas calles del viejo Madrid, a la que prestan singular encanto su angostura y la sinuosidad de su trazado. Comienza teniendo a uno de sus lados la casa de Cisneros, y prosigue bordeando, lo que fue, la señorial residencia de los condes de Revillagigedo, desgraciadamente derribada para construir algo que no tiene que ver con su entorno, baja a la plazuela que lleva el nombre del último signo inquisitorial que permaneció en Madrid, y que es también uno de los mas bellos rincones de la ciudad.

La calle del Rollo aparece en el plano de Texeira llamándose de los Arcos, y su parte baja, a espaldas de lo que fue de la casa de Revillagigedo, era la plaza de la Parra, tan célebre en los tiempos del maestros Juan López de Hoyos, catedrático del Estudio de la Villa, quien fue multado varias veces por no castigar a sus discípulos, que arrebataban el fruto de aquella parra. Al fin, molesto por las multas y los apercibimientos, tuvo el maestro preso tres días al discípulo que saqueaba los racimos, y que no era otros que el propio Miguel de Cervantes y Saavedra. Le despidió de la clase por el asalto a las tapias y el robo de las uvas; pero un regidor que le daba dos reales diarios para el estudio, intercedió por él, y López de Hoyos, que apreciaba el gran ingenio del muchacho, no tuvo dificultad en recibirle otra vez.

El nombre del Rollo ha querido ser explicado por algunos etimologistas de maneras tan absurdas, como que la calle se donominaba así por su configuración, y, según otros, porque allí había aparecido un niño muerto envuelto en un rollo de esteras.

El orígen de ese nombre no puede ser más sencilo ni más claro. Procede de haber estado en ese lugar el rollo jurisdiccional de la villa.

Fuente: Las calles de Madrid de Pedro de Répide

No hay comentarios:

Publicar un comentario