jueves, 17 de noviembre de 2016

EL CEMENTERIO GENERAL DEL NORTE

Plano de situación


Fue el primero en construirse y se ubicaba entre las calles de Magallanes, Fernando el Católico, Rodríguez San Pedro y la plaza del Conde del Valle de Suchil. Su autor Juan de Villanueva introdujo el sistema de nichos tomando la idea del cementerio de Lachaise (París) y su construcción se extendió desde 1804 hasta 1809 (las obras se interrumpieron durante la guerra de la Independencia). En su entrada principal (donde actualmente está la calle de Magallanes) se colocó una monumental cruz de piedra procedente del Calvario de Leganitos y que se perdió cuando se demolió el cementerio. En su interior se construyó una capilla neoclásica sirvió como parroquia y el cementerio tuvo que ampliarse en dos ocasiones. En 1837 fue enterrado en este cementerio Mariano José de Larra, cuyos restos se trasladaron en 1852 al cementerio de San Nicolás (también desparecido) y actualmente reposa en el cementerio de San Justo. Este cementerio desapareció a principios del siglo XX y en la actualidad se levantan allí viviendas y El Corte Inglés.
Mientras unos operarios del Ayuntamiento de Madrid, trabajaban en las obras de un nuevo aparcamiento subterráneo para residentes, un tabique de tierra cedió, sacando a la luz un espacio abovedado con cientos de cráneos y huesos desperdigados. La fosa, una galería de ladrillo y cal, situada a 12 metros bajo el suelo de la confluencia de la  calle Arapiles con la Plaza del Conde Valle de Suchil, había estado escondida durante más de 100 años y se cree que contenía los restos de un antiguo cementerio de la ciudad con cuerpos que en muchos casos aún mantenían pelo y algunos dientes, con lo que el estado de conservación era bueno, y que una vez que finalizó el proceso de enterramientos,  se trasladaron  a un osario

La leyenda cuenta que la primera persona enterrada fue la condesa de Jaruco, bella mujer cubana que tenía mucho trato con el rey José Bonaparte. Se dijo que por la noche, el mismo día de ser enterrada, alguien -posiblemente un ser alado- exhumó el cadáver y la enterraron en el jardín de su casa de la calle del Clavel, donde José le habia regalado un palacio, para sus visitas secretas. Pero esta es otra historia.


Condesa de Jaruco


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