Fue levantada con materiales procedentes de la desaparecida Fuente de la Abundancia, diseñada en 1617 por el arquitecto madrileño Juan Gómez de Mora, (1586-1648) ideada por Juan Gómez de Mora (1586-1648) para la Plaza de la Cebada, dentro de un plan que pretendía embellecer las calles madrileñas. Su ejecución corrió a cargo del alarife Pedro Pedrosa y del maestro de cantería Martín de Gortayri.
La Fuentecilla fue iniciativa del conde de Moctezuma, corregidor de Madrid entre 1814 y 1816, para conmemorar el regreso del rey Fernando VII a la ciudad, tras su exilio en Francia. En opinión de Jerónimo de Quintana, el nombre popular se refiere a un pilón ya existente que fue destruido al construirse el monumento. Las obras fueron encomendadas a Alfonso Rodríguez, arquitecto de la Casa Real, con un león obra de Manuel Álvarez, y según reza en una inscripción situada en el propio monumento fue inaugurado en 1815.
Está en la embocadura de la calle de la Arganzuela; sobre un zócalo se hallan colocados un grifo y un oso aludiendo a los blasones madrileños;
sienta sobre un zócalo un cuerpo cadrangular decorado con un frontón triangular; en cada uno de los lados hay escudos de armas
y en el que mira a la calle de Toledo una lápida con la inscripción que se puede ver en la fotografía
Sobre este cuerpo hay un león con las garras en los dos hemisferios.
El Sr. Mesonero Romanos calificó esta fuente de otra página del arte moderno, es decir, del arte en los primeros años del reinado de Fernando VII.
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