jueves, 31 de mayo de 2018

LA MONJA DE LAS LLAGAS (TERCERA PARTE)

LA SENTENCIA

EI 25 de noviembre de 1836,el juez dictaba la sentencia de la causa seguida a sor Patrocinio, acusada de haberse prestado ...." a la impostura y artificio de la impresión de las llagas, cuyo origen natural se había intentado atribuir a milagro del Altísimo ". Por todo lo cual se la condenaba a sufrir destierro en un convento que distara 40 leguas de la Corte. Sus compañeras de claustro, su confesor y demás religiosas que contribuyeron a divulgar el suceso, quedaban absueltas.
Era sor Patrocinio una mujer de 25 años. A esa edad su nombre había llegado a todos los rincones del país. A su juventud unía belleza, de grandes ojos rasgados, de poderosa mirada, no exenta de "dulzura, suavidad y aquel conjunto de cosas que roban la atención de quien la trata", según declaró en el proceso una de sus compañeras. El lugar elegido para el destierro es Talavera de la Reina. El convento, el de las Concepcionistas Calzadas de la Madre de Dios. En este retiro, primer destierro de los muchos que sufrirá a lo largo de su ·existencia , enferma a poco de llegar y es trasladada al de Torrelaguna. Allí la "monja de las llagas" escribirá su «Ejercicio Manual a María Santísima del Olvido, Triunfo y misericordia, por la más humilde de sus hijas, sor Dolores María del Patrocinio». Impreso de orden de S. M. y de Su Real Casa. 1860.
Sor Patrocinio sufrirá destierro hasta 1844 y permanecerá alejada de Madrid nueve años.
En septiembre se reincorpora a su comunidad, alojada ahora en el convento de La La￾tina. La monja que vuelve del destierro es acogida con gran￾des muestras de alegria y de fervor. No se la ha olvidado, el escándalo ha fortalecido su popularidad. En tal ambiente no tardan en reproducirse las llagas. Pero ahora no es necesario exhibirlas y por lo tanto aplicarse la bolsita de la reliquia. Basta con que se vende aparatosamente las manos.
La popularidad de sus enigmas reverdece con singular empuje. De todas partes em￾iezan a afluir consultas y solicitan sus consejos. La propia Infanta Maria Luisa Carlota, en su lecho de muerte, pide tener a su cabecera la imagen de la Virgen del Olvido, que descendió desde el cielo a las manos de sor Patrocinio. Otro día recibe la visita de doña María Cristina y de sus hijas. doña María Fernanda e Isabel ll.  El prestigio de sor Patrocinio   crece de día en día. El 28 de octubre de 1845, la comunidad se traslada del convento de La Latina al de Jesús Nazareno, cedido por el duque de Medinaceli. La "monja de las llagas" es nombrada maestra de novicias.

EL PRIMER ATENTADO

Una fría mañana de enero de 1848, llama al tomo del conven to un señor que pide ver a sor Patrocinio, para un asunto de gran urgencia. Tras algún titubeo, la maestra de novicias se decide a bajar al locutorio acompañada de la abadesa . Apenas la ve aparecer, el desconocido saca una pistola y dispara sobre las monjas. que escapan ilesas. Pero días más tarde, victima de susto, fallece la vieja abadesa. El 7 de febrero es elegida, en su puesto, la sobreviviente del atentado. Las primeras personas que felicitan a sor Pa￾trocinio son la reina Isabel II y el rey consorte. don Francisco de Asís, grandes amigos suyos. En el reinado de Isabel 11 la figura del confesor como la del consejero, gozaron de un prestigio excepcional. Los liberales lucharon tenazmente contra su nociva y prepotente influencia . Aparte del poder que ejerció el oscuro personaje del P. Fulgencio.los santos oficiales de la «Corte de los Mila￾gros» fueron sor Patrocinio y el P. Antonio María Claret. La soberana, de vida tan poco ejemplar, y su consorte, en perpetua desavenencia, se esforzaron en dar a su gobierno una imagen cristiana que «borrara en lo posible las impiedades» liberales. De ahí que los santos cortesanos tuvieran
tan marcada ascendencia en palacio. Sor Patrocinio fue íntima amiga, confidente y consejera del matrimonio. Bermejo, en su Estafeta de Palado, carta VI, escribía: " Se
murmuraba que don Francis￾co, por las frecuentes visitas y a horas desusadas, que hacía a
sor Patrocinio, hubo de tener con ella apegamientos fuera de modo, que debilitan en mucho la san tidad de la monja y la fe del adorador ... ",
Según las fluctuaciones de la política española, la monja recuperaba su influencia en palacio, cuando gobernaban los moderados, apostólicos o carlistas, o se veía obligada a salir de nuevo .al destierro, si subían al poder los progresis￾tas. La auxiliaban en estos menesteres extrareligiosos el padre Fulgencio, confesor del Rey, hombre limitadísimo, pero provisto de sinuosa habilidad aduladora. Las intrigas de la monja la indispusieron a veces con los dos bandos, como ocurrió con el complot del ministerio llamado «refámpago», el 19 de octubre de
1849, que sólo duró 24 horas.
Por el Madrid chusco pululaban romances, coplillas y versos, que el pueblo divulgaba con generosidad y sarcasmo:

Temo que el cetro se convierta en báculo
y el Estado, hoy caduco, muera ético
si otro escolapio en ademán ascético
logra ser rey cónyuge el oroculo.
Venero a Dios, vero al Tabernáculo.
mas no a hipócrita sor, que con emético
llagas remeda, a cuyo humor. herpético
fue quizá el torpe vicio receptáculo.
¿Cuestión de religión lo que es de clínica?
¿Y a darnos leyes desde el torno? iCáscaras ... !
Esto na se tolera ni en el Bósforo.
Mas, si la farsa demasiado cínica se repite, caerán todas las máscaras
y arderá España entera como un fósforo.

Al triunfar de nuevo Narváez, intenta detener a sor Patroci￾nio. Pero la monja se acoge a la
clausura del convento de Jesús, de donde no puede salir más que con el visto bueno del
vicario de la Orden, y éste se niega a darlo, sin el consentimiento del Nuncio. Al fin logra encararse con la monja, que aparece ante el general con un crudfijo en las manos, en actitud teatralmente hierática .Pocos días después era trasladada al convento de Santa Ana, en Badajoz.

OS ESPERO EN EL PRÓXIMO CAPÍTULO

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