Uno de los primeros escenarios históricos de Madrid en el que destacan tres edificios: la capilla del Obispo, iniciada por Francisco de Vargas, a quien se remitía siempre cuando se tenía que conocer algún hecho, con el consabido " Averígüelo Vargas " ; el palacio del legendario de don Beltrán de la Cueva, dudoso padre, de la Beltraneja, y hoy colegio de San Ildefonso, donde se educaban los niños que reparten la suerte de la lotería, y el desaparecido palacio del Infantado donde lloró doña Juana la Loca sus penas de amor y donde el Cardenal Cisneros es muy probable que pronunciara la famosa frase: " Estos son mis poderes "
En el centro de la plaza, montados en mulas, a la llegada de la recolección, los capellanes de la iglesia, para sufragar los gastos de su manutención, subastaban el grano procedente de las tierras propiedad del obispo de Plasencia, don Gutierre de Carvajal y Vargas. Tal hecho originó la denominación de Plaza de la Paja.
Fuente: Leyendas y Anécdotas del Viejo Madrid de D. Francisco Azorín García.
muy buenos tus correos.
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