jueves, 22 de octubre de 2020
SAN FRANCISCO Y UNA TRADICIÓN
lunes, 12 de octubre de 2020
FUENTE PLAZA DE HERRADORES
Fuente Plaza de Herradores
Alfonso Begué. Museo Municipal (Madrid)
Detrás de la fuente (hoy desaparecida) podemos ver una de las puertas del Café de Platerías, que tenía su entrada principal por la Calle Mayor. Este café había abierto allá por la década de los años cuarenta del siglo XIX, cuando la casa que hoy ocupa el número 38 de la calle Mayor era otra y se designaba con los números 74 y 76. No es hasta el año 1860, fecha aproximada de edificación de la finca que hoy podemos contemplar, cuando el café restaurado abre también puerta a la plaza de Herradores, número 1, agrandando su espacio.
El café de Platerías fue uno de los negocios del ramo que más tiempo se mantuvo abierto en Madrid. Sus más de cien años de vida recogieron conciertos de piano del entonces famoso pianista Miralles, acumularon tertulias, vieron pasar a incipientes escritores, a periodistas renombrados y fue uno de los más “llorados” cuando el día 30 de noviembre de 1946, cerró sus puertas definitivamente para convertirse, entonces, en un almacén de paños.
A pesar de estar a pocos minutos de distancia de la Puerta del Sol, el de Platerías era considerado un café de barrio. Acogedor y simpático, su parroquia se componía de funcionarios, enamorados y cordiales tertulianos, abundando en él los liberales, los progresistas y los republicanos. También tuvo trabajando en sus dependencias a un joven mozo de café que daría mucho que hablar en la prensa de finales de los años setenta y principios de los ochenta del siglo XIX; sus inmejorables notas en bachillerato y en la carrera de Derecho que luego cursaría, cuajadas de notables y sobresalientes, mereció la admiración de todos, pero nadie reflejó nunca el nombre de aquel aprovechado mozo en los papeles.
Mucho se conspiró en el café de Platerías antes y después de que “La Gloriosa” (1868) destronara a la reina Isabel II. Sobre sus mesas de mármol se aliaban contra la monarquía Juan Prim Prats y Práxedes Mateo Sagasta, también Nicolás Salmerón Alonso en su época de estudiante y Manuel Villacampa del Castillo, militar progresista que en año 1886 intentó una fallida sublevación republicana.
También en este café esperaba José Isidro Osorio Silva-Bazán, el duque de Sesto, a que Alfonso XII terminara sus entrevistas amorosas con la cantante lírica Elena Sanz, vecina del barrio.
Fuente: Antiguos cafés de Madrid
domingo, 11 de octubre de 2020
LAS REALES CABALLERIZAS
Las Caballerizas del Palacio Real fueron encargadas a Francisco Sabatini por Carlos III y se encontraban entre la calle de Bailén y la Cuesta de San Vicente, donde hoy se encuentran los Jardines de Sabatini. Se dice que estaban construidas en piedra berroqueña, tenían patios interiores con fuentes de agua potable y una capilla dedicada a San Antonio Abad. Se les supone una capacidad para 179 carruajes y 500 caballerías. Con el advenimiento de la República, el Gobierno ordenó la incautación de diferentes bienes pertenecientes a la Familia Real, entre ellos las Caballerizas Reales, cediendo este espacio al Ayuntamiento de Madrid para poder levantar un parque público. Las Caballerizas fueron derribadas en 1932 para construir los Jardines de Sabatini.
Descripción hecha por Mesonero Romanos:
" Se levantó frontero a la Puerta de San Vicente el inmediato edificio de las Caballerizas Reales, otra de las colosales obras de aquella época (la de Carlos III), en cuya asombrosa superficie ( que por la bajada de San Vicente presenta una línea de 760 pies) hay además de suntuosos patios, interminables galerias o cuadras, capaces de contener con toda comodidad quinientos caballos, el magnífico guardarnés, espléndidas cocheras y otras mil dependencias, además de las habitaciones correspon- dientes para la multitud de empleados hasta el número de 486 "
"El Antiguo Madrid de Mesonero Romanos, facsimil de 1976"