Narra la tradición que San Francisco de Asis estuvo en Madrid, allá por los años de 1212 a 1216, y que esa estancia suya en la villa había quedado un convento conocido por distintos nombres hasta que en 1761, sobre el mismo lugar, comienza la construcción del templo de San Francisco el Grande. El proyecto inicial fue del lego franciscano Francisco Cabezas, rematándolo posterormente Sabatinni y Ventura Rodríguez. Tardó veinticuatro años en acabarse y todavía, en tiempos muy posteriores, ha venido sufriendo la iglesia numerosas reparaciones. La magnitud de su cúpula es tan solo superada por la de San Pedro en Roma.
La fotografía en blanco y negro del archivo Ruiz Vernacci
Las fotografías en color son propias
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