sábado, 12 de agosto de 2017

EL HOSPICIO UN RELATO TRISTE

Situándonos a principios del Siglo XX.

..."Y comenzó para Isidro Maltrana la vida de asilado:


Y una existencia de sumisión, de disciplina, endulzada por el estudio...
Así pasaron los años, amoldándose Isidro de tal manera a su nueva existencia, que sólo en los días del paseo se acordaba de que tenía una madre fuera del Hospicio, grupos de mujeres pobres, se estacionaban en la acera del Tribunal de Cuentas, frente a la portada churrigueresca del Hospicio, grupos de mujeres pobres con niños de pecho, viejos obreros, y una nube de muchachos, que entretenían la espera la espera plantándose en medio del arroyo para "torear" a los tranvías, esperándolos hasta el último momento: el preciso para huir y no ser aplastados:

Eran las familias de los chicos del Hospicio. Las madres venían de los barrios más extremos de Madrid: lavanderas, traperas, viudas de trabajadores, mendigas, todo el mujerio abandonado y mísero. Se trataban como amigas al verse allí todas las semanas.

Esperaban la vuelta de los asilados, que al principio de la tarde habían salido a pasear por las afueras...."

La Horda de Vicente Blasco Ibáñez

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