En nuestra entrada anterior (27 de enero de 2018) nos quedamos en:
A finales del siglo IV el imperio romano se tambalea. A mediados del V los visigodos, con Teodorico a la cabeza, traspasaban los Pirineos. En el año 566 Atanagildo instaura la corte en Toledo.
Continuación:
Recaredo, nieto de Atanagildo, que había presenciado la terrible lucha de su hermano Hermenegildo contra Leovigildo, padre de ambos, por defender la religión cristiana, abjura del arrianismo. Hispania en aquel tiempo ya es católica y su lengua oficial es el latín, persistiendo en cada lugar los modos de hablar y expresarse procedentes de los antiguos celtíberos.
Ciento veinticinco años más tarde, tras una inacabable ristra de reyes godos, cuya lista ha constituido la pesadilla de varias generaciones de escolares españoles, esto es en el año 711, los árabes invaden la Península Ibérica. Desde ese momento Madrid, primero como lugar de paso, después como atalaya defensiva, va a estar presente en la mayoría de los acontecimientos que forman nuestra peculiar historia que es la Reconquista.
La presencia musulmana supuso para Madrid un paso fundamental en su hhistoria. Pasa de ser una aldea para comenzar a ser una incipiente ciudad. "Los árabes incorporaron a la Península su concepto de ciudad dividida en dos partes: la militar y la civil; desde entonces llamamos a la primera alcazaba, almudena, alfizén y ciudadela, a la segunda, simplemente, medina, nombre que subsiste en numerosas poblaciones españolas" (Leopoldo Torres Balbás, "Ciudades hispano musulmanas). "Sólo los núcleos de importancia llegan a este desarrollo completo, pues muchas localidades no rebasan su función militar, como con bastante probabilidad le aconteció a Madrid en el siglo IX. Por su parte la alcazaba supera la categoría de hisu o mera fortaleza, pues precisa de unas actividades en cierto modo desarrolladas que posibiliten el abastecimiento de los habitantes".(Origen de las calles de Madrid, de Manuel Montero Vallejo)
El vaivén nacional que supuso la Reconquista, sobretodo por parte de los cristianos, hizo que durante sus primeros tiempos, del siglo IX al XII, gran parte de las ciudades interiores se convirtiesen de repente en fronterizas y que pasasen de unas manos a otras. Eso le ocurrió a la fortaleza madrileña, feudataria por entonces del reino musulmán de Toledo.
En el próximo capítulo : MADRID CASTILLO FAMOSO, EL PRIMER MADRILEÑO ILUSTRE
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