martes, 31 de mayo de 2016

MATEO MORRAL

Inscripción aparecida en el tronco de arbol en el Retiro
Mateo Morral Roca (1880-1906), fue un anarquista catalán

El chico, de buena familia, se codeaba con lo más granado del movimiento izquierdista español de su tiempo. Y hablaba cuatro idiomas. Un tío viajado por Europa que llegó a escribir algún que otro texto, como los Pensamientos revolucionarios de Nicolás Estévanez, prologado por  Federico Urales, (a) Juan Montseny, voz clarividente y padre de Federica. Trabajó como bibliotecario para Ferrer i Guardia


El 31 de mayo de 1906, a las dos y diez minutos de la tarde, a la altura del número 88 de la calle Mayor de Madrid, el anarquista Mateo Morral Roca lanza desde una ventana del cuarto piso de una pensiónuna bomba, disimulada en un ramo de rosas rojas, sobre la carroza real de Alfonso XIII y de la reina Victoria-Eugenia de Battenberg que acababan de celebrar las bodas reales en la iglesia de San Jerónimo el Real. El pomo-bomba iba directo a la carroza real, pero se topó con la línea eléctrica del tranvía y se desvió hacia la multitud que observaba la comitiva. La explosión de dinamita provocó, según fuentes oficiales, 24 muertos y casi un centenar de heridos, pero la pareja real resultó indemne.
    Mateo Morral consiguió huir de la pensión, donde se había registrado con sus datos, pero fue detenido el 2 de junio por tres agentes en Torrejón de Ardoz y se suicidó. En el posterior juicio José Nakens,           Ferrer y otros anarquistas fueron condenados por conspiración, pero un año después fueron indultados.

Como curiosidad mencionar que en la guerra civil el Ayuntamiento cambió el nombre de la calle Mayor por la de Mateo Morral
Monumento original a las víctimas del atentado y destruido durante la República.

lunes, 30 de mayo de 2016

TIPOS POPULARES

Seguimos con la sociedad madrileña de hacia 1900, fotografías extraidas del AMVG autor Salvador Azpiazu

Grupo paseando en en Retiro junto al estanque
La Ribera de Curtidores con puestos callejeros ¿el Rastro?
Puesto de venta de churros
La Puerta del Sol con un puesto de venta ambulante
Puerta del Sol con puesto de venta ambulante
Puerta del Sol con gente y tranvias, al fondo la torre de la iglesia de San Luis en la calle de la Montera
Carreta de bueyes por la Cibeles

domingo, 29 de mayo de 2016

MADRID HACIA 1900

Aquellas nevadas madrileñas...

Todas las fotografías pertenecen al archivo AMVG autor Salvador Azpiazu

Personas caminando por la calle de Alcala a la altura del, entonces,Ministerio de la Guerra, hoy Cuartel General del Ejército
Viandantes por la calle de Alcala, enfrente el Banco de España
La Cibeles y Banco de España nevados
Viandantes por el Retiro

sábado, 28 de mayo de 2016

TIPOS POPULARES

Reflejos de la sociedad madrileña hacia 1900. Las fotografías son de Salvador Azpiazu, extraidas de AMVG


El Rastro hacia 1900
Jóvenes en un tio vivo hacia 1900
Puesto de venta en una calle hacia 1900
Puesto de venta callejera hacia 1900
Puesto de venta frente al Hospital de La Latina hacia 1900

lunes, 23 de mayo de 2016

TIPOS POPULARES

Una sociedad la de 1900, donde las diferencias sociales son claramente evidentes.

Todas las fotografías son de Salvador Azpiazu extraidaa de AMVG


miércoles, 11 de mayo de 2016

EL MADRID DE LOS AÑOS 20

Diversos aspectos de un Madrid desaparecido con personajes de una sociedad entre lo rural, la pobreza y la mendicidad. Os recomiendo leer la Horda de Blasco Ibañez o la Lucha por la Vida de Pio Baroja, en ellas veréis a estos personajes. Fotografías Alfonso Sánchez Portela 1902-1990 (Segunda parte)

Año 1926 Pianista con niña
El Adivinador del pensamiento año 1926

Plaza de Santa Cruz Vendedora de pavos año 1925
Músico callejero 1925
Entierro de un niño en las Ventas del Espíritu Santo 1925
Tostador de café en la calle de Toledo 1925
El mielero de la Alcarria 1925

martes, 10 de mayo de 2016

EL MADRID EN LOS AÑOS 20

Diversos aspectos de un Madrid desaparecido con personajes de una sociedad entre lo rural, la pobreza y la mendicidad. Os recomiendo leer la Horda de Blasco Ibañez o la Lucha por la Vida de Pio Baroja, en ellas veréis a estos personajes. Fotografías Alfonso Sánchez Portela 1902-1990

Año 1925 Dormitorios Económicos 
Niños en Tetuán de  las Victorias
Lavaderos de la calle Galileo año 1926
Empeños en el Monte de Piedad 1920
Cochero de un simón leyendo la prensa 1920
Estación del Mediodía Soldados embarcando hacia Africa 1921Tratantes de ganado 1924 en el Paseo de los Pontones 1924
El Barquillero de Moncloa 1908
Taller de Plancha 1925

domingo, 8 de mayo de 2016

EL PALACIO DE LOS LASSO DE CASTILLA

Si nos animamos a subir la pendiente de la Costanilla de San Andrés llegaremos a la Plaza de la Paja,  a la izquierda veremos los Jardines del Príncipe de Anglona, enfrente vemos la Capilla del Obispo,

En la plaza de la Paja, con vuelta a las calles de la Redondilla y Mancebos, estuvo la que fue casa palacio de los Lasso de Castilla. Derribada en 1880 para construir en su lugar varios edificios de viviendas. Tenía unos sesenta mil metros cuadrados de superficie y, según algunos autores, más de cien habitaciones.

Fue levantada en el siglo XIV, en los últimos años del reinado de Enrique IV, por don Pedro de Castilla, biznieto del rey don Pedro I, que casa con Catalina Lasso de Mendoza , hija del señor de Mondéjar. Hacia 1490 mandó construir una enorme torre que fue derribada en 1816. El palacio lo heredó su hijo don Pedro Lasso de Mendoza y en él residieron los Reyes Católicos, así como Fernando el Católico y su segunda mujer, Germana de Foix; Juana la Loca y su marido Felipe el Hermoso y, posteriormente, los regentes del reino el Cardenal Cisneros y el deán de Lovaina que llego a ser Papa con el nombre de Adriano VI. En el siglo XV se construyó un pasadizo  que unía el edificio a través de la citada torre con la iglesia de San Andrés para comunicar los aposentos de los Reyes Católicos con la tribuna de la iglesia. En 1611 el palacio pasó a sus primos los duques del Infantado, siendo derribado en 1880. En su solar, el marqués de Cubas, construyó, varios edificios de viviendas que hoy ocupan el perímetros del palacio.

sábado, 7 de mayo de 2016

EXPOSICIÓN 1887 EN EL RETIRO

Bajo los auspicios de este Ministerio de Ultramar, en 1887 se celebra la Exposición General de las Islas Filipinas, que fue proyectada por el entonces Ministro Víctor Balaguer y Cirera. En ese momento ostentaba la Jefatura del Estado la Regente María Cristina y presidía el gobierno Práxedes Mateo Sagasta.

La exposición se lleva a cabo en el Parque del Retiro. La mayoría de los objetos se instalaron en el Pabellón Central, el actual Palacio de Velázquez, que había sido construido cuatro años antes por el arquitecto Ricardo Velázquez para una Exposición dedicada a la Minería y la Metalurgia. Para crear el ambiente adecuado se aprovecha el lago de patinadores convirtiéndolo en una ría con vegetación tropical y en su entorno se realizan una serie de construcciones típicas, casas de labor, edificio de tejedoras, una "ranchería" para los igorrotes, todas ellas realizadas con materiales tradicionales en madera, caña y nipa. Pero el edificio estrella de la exposición fue el denominado oficialmente Pabellón Estufa conocido desde el primer momento como Palacio de Cristal y diseñado por el mismo arquitecto citado, siguiendo el modelo del Cristal Palace de la exposición Universal de Londres de 1851. Su destino era albergar las plantas llegadas de Filipinas, aunque acogió igualmente algunos muebles y otros objetos de gran tamaño.

La exposición pretendía ser un gran espacio en el que pudiera mostrarse el modo de vida de la sociedad filipina en su amplia extensión, por lo que además del conjunto de obras que representaban la cultura, la técnica y el desarrollo, el arte y la historia del pueblo filipino, hubo una amplia representación de la población nativa que en principio estuvo constituida por 43 indígenas incluyendo “algunos igorrotes, un negrito, varios tagalos, los chamorros, los carolinos, los moros de Joló y un grupo de bisayas”, que, según reseñaba el diario El Imparcial del 8 de Mayo de ese mismo año “En su constitución, en su aspecto, en su lenguaje, en sus maneras, en sus costumbres en su color y hasta en sus trajes, esos compatriotas nuestros difieren grandemente de los filipinos más civilizados y hasta ahora conocidos”. Los miembros de las tribus vivían en cabañas y los visitantes accedían al recinto y podían observarlos, pagando una entrada.

Recepción de la reinaGrabado de indígenas
indígenas en diversas actitudes