domingo, 21 de julio de 2019

CALLE ABADES

Esta calle va desde la calle de Embajadores a la de Mesón de Paredes.


Debe su nombre a los hermanos Rodrigo y García Abad, que tenían su casa con finca. Eran  los hermanos personas de poseedores de una gran fortuna y gozaban de la consideración de todos los vecinos del barrio, ambos habían sido regidores de la villa. Pioneros y generosos  benefactores de los teatinos en la vecina calle del Oso que ocupaban el convento de San Cayetano. Y ahora os cuento la LEYENDA :
Se cuenta que debido a la pobreza extrema lo los frailes que un día 7 de agosto, fiesta de su patrón San Cayetano, faltos de alimentos, se pusieron los religiosos a la mesa a la espera que llegasen los alimentos, como estos no llegaron, se pusieron en pie dando gracias a Dios como si hubiesen llenado los estómagos. Pero ante la casa de los hermanos Abad apareció un borriquillo, ignorándose su procedencia y que se negaba a abandonar el lugar. Conociendo los hermanos Abad de las necesidades de los teatinos, sacaron todo lo que tenían en su despensa y cargaron todo en el borriquillo, el animal al sentir el peso de los alimentos, sin que nadie le guiara, emprendió el camino hasta la puerta del convento. A su muerte, los hermanos Abades dejaron sus bienes para obras de caridad, lo que junto a su vida modélica ayudó a que su nombre perdurara en nuestro callejero.

sábado, 20 de julio de 2019

CALLE DE LAS DOS HERMANAS

Debe su nombre a dos hermanas, que allí tenían su casa y apellidadas 

Ocampo, con fama de piadosas, ricas, muy extravagantes y dadas a la obras de caridad. A comienzos del siglo XVII fundaron u convento de monjas capuchinas, con las que tuvieron graves incidentes, por negarles las religiosas que intervnieran en la comunidad y el derecho a llamarse fundadoras. Tuvo que intervenir el arzobispo de Toledo que libró a las hermanas Ocampo de las monjas rebeldes ; desde ese momento las hermanas vivieron recluidas en su casa entregadas a sus obras de caridad y piadosas.

viernes, 19 de julio de 2019

CALLE DE JUANELO

Esta calle va desde la calle de la Espada a la Plaza de Cascorro.

Debe su nombre a haber vivido allí el inventor Juanelo Turriano, natural de Cremona (Italia), personaje de muy diversas aptitudes, entre las que destaca las compleja maquinaria para elevar las aguas del Tajo a Toledo y un precursor de los actuales robots, llamado el hombre de palo, que terminó dando nombre a la calle donde vivía, en la ciudad de Toledo, el relojero de Carlos I; se trataba de un muñeco de madera, articulado, que por medio de un ingenioso mecanismo se xesplazaba por sí solo. La casa más notable de esta calle calle es la que lleva el número 20, domicilio que fue de Melchor Gaspar de Jovellanos. También vivió en ella el pintor Sebastián Muñoz, muerto en la Iglesia de Atocha, al caer del andamio cuando pintaba el techo.

jueves, 18 de julio de 2019

SUBLEVACIÓN EN MADRID: EL CUARTEL DE LA MONTAÑA

Unos días antes del 18 de julio, la primera Línea de Falange de Madrid recibe instrucciones para concentrarse en diversos lugares cercanos al Cuartel.
El Cuartel de la  Montaña.

 El 19 de julio de 1936, el General Joaquín Fanjul Goñi, sin mando de tropas pero encargado del Alzamiento en la ciudad, entró vestido de civil en el Cuartel de la Montaña. Allí están el Regimiento de Infantería nº 4, el de Zapadores Minadores y el Grupo de Alumbrado. En total unos 1.200 hombres. Algunos oficiales les incitan a mantenerse con el gobierno, pero la gran mayoría va a alzarse. También están 80 Cadetes de distintas Armas y los voluntarios falangistas.
General don Joaquín Fanjul Goñi

       A primeras horas de la tarde del 19 de julio, cuenta Rafael Garcerán que recibió orden de Juan Ponce de León de personarse a las 15h en el Cuartel. A las cuatro y media se presentan en el Cuartel los primeros: son los muchachos de Falange Española. Llegan venciendo obstáculos casi insuperables, a través de la Plaza de España y la arboleda contigua al Cuartel, repletas de milicianos  que disparan a todo lo que se mueve.

       La Falange tiene su primer Caído de la larga lista que le sucederá: el joven falangista de 19 años Reneiro García Pérez, Jefe de la Primera Centuria, que intentando romper el cordón, es asesinado. Dentro del Cuartel, el Teniente de Complemento, Subjefe de Milicias de Falange, Gumersindo García Fernández, enseña a manejar las armas a todo el que no sabe.
Fanjul proclamó el Estado de Guerra y se hizo fuerte junto con 1.200 hombres, de los que había unos 140 Oficiales. Esperaba que llegasen refuerzos desde las Guarniciones de Campamento, Getafe y Cuatro Vientos, cosa que nunca sucedió. Esa tarde, el Cuartel fue rodeado por tropas del ejército de la república, guardias de asalto y milicias frentepopulistas. A mediodía de ese día 19, el General Fanjul logra comunicar telefónicamente con el General Miguel García de la Herrán en Carabanchel. Quedan en intentar una salida al día siguiente para unir sus efectivos y hacer frente a los del gobierno y las milicias populares, en espera de la llegada de las Columnas Nacionales del norte. No será posible.
Teniente de Artillería Urbano Orad, que dirigió el tiro de cañón contra el cuartel
Llegada de la artillería

Cañón con el que se dirigió el fuego contra el cuartel
Oficiañes y soldados se rinden

Una familia dentro del cuartel

Un miliciano arroja armas al patio

Barricada con una joven miliciana


Milicianos y milicianas dentro del cuartel

Acopio de armas




       A las dos de la madrugada del día 20 se desencadena el primer ataque importante contra el Cuartel de la Montaña. Los atacantes alternan el tiroteo continuo con el bombardeo artillero. Las proclamas con altavoces no paran. Los sublevados resisten heroicamente. También bombardean el Cuartel, cuando amanece, dos aviones de Getafe y Cuatro Vientos. El General Fanjul y el Coronel Serra, Primer Jefe del Regimiento Covadonga 31, resultan heridos al penetrar un obús de 155 en el despacho donde conferenciaban, pero siguen al
frente del combate, que continúa todo el día. A las ocho y media de la tarde fracasa una salida ordenada por Fanjul para tratar de unirse a las fuerzas de Campamento.
Cuando se utilizó la aviación, el Cuartel fue prácticamente destruido. Al día siguiente se produce una enorme confusión, cuando un grupo de sitiados enarbola una bandera blanca, y el resto de sublevados acribillan a los milicianos frentepopulistas  que se adelantaban. En medio de la confusión, un tropel de milicianos irrumpe en el Cuartel y se produce en el patio y dependencias una horrible matanza en la que cae el Coronel Serra. La entrada de los asaltantes fue brutal y fueron asesinados muchísimos defensores, la mayor parte de la Oficialidad y los falangistas. Fanjul fue hecho prisionero junto al Coronel de Zapadores Tomás Fernández Quintana. El teniente Moreno, de la Guardia de Asalto, que precedía a la enfurecida muchedumbre, logró llevarse al General Fanjul, a su hijo, Teniente Médico, y a otros Oficiales a prisión. Tras un  juicio, todos fueron fusilados ese mismo mes.
Momento del juicio del General Fanjul

Pelotón de ejecución

Pelotón de ejecución

La ejecución del general

Se acercan a comprobar la muerte




      

miércoles, 10 de julio de 2019

UN INCENDIO PAVOROSO

Era la Nochebuena del año 1737. " Noche de paz ", pero no en Madrid, aquella fecha concreta. Estaba el Alcázar casi desierto, tan solo unos pocos cortesanos y otros tantos servidores, de la casa real.
Grabado donde se puede apreciar la fachada principal del Alcázar de Madrid en 1704, treinta años antes del incendio que lo destruyó. 


Un pintor de cámara del rey, francés, llamado Jules Ranc,quiso celebrar la Navidad en compañía amigable e invitó a cenar a sus habitaciones a varios moradores del real Alcázar. A medianoche, tal vez un candelabro movido por cualquier impulso prendió su vela en uno de los cortinajes. Fue una dentellada voraz, de la que nadie se apercibió al principio. Muy pronto, sin embargo, todo era una llamarada. Las viejas maderas, los tapices, los cortinajes y telas colgantes sobre tarimas y estrados, los doseles de las alcobas y tantos objetos más constituirían el mejor sistema de propagación del fuego. Es de suponer que los causantes involuntarios de la tragedia, lo mismo que los demás ocupantes del Alcázar, salieran precipitadamente de las estancias dañadas o a pique de dañarse y corrieran hacia la salida. Abandonaron los madrileños sus casas, algunos su cena prolongada por el jolgorio y la bebida y emprendieron veloz carrera hacia el Alcázar. Nada podía hacerse, sino convertirse cada cual en espectador privilegiado de un acontecimiento histórico. El Alcázar se quemaba inexorablemente y con su pérdida había que lamentar la de los restos de tantos siglos de historia.
El rey Felipe V no lo lamentó demasiado. A él, criado en Versalles, le agobiaba ese vetusto caserón con sus laberintos sombríos, sus aposentos en penumbra, sus corredores tenebrosos y los golpetazos en ple a noche de puertas y ventanas sin encajar. Los recuerdos que se perdían no eran suyos, sino de sus antecesores desconocidos. Le quedaba el Palacio del Buen Retiro, bastante más alegre y acogedor, por lo que le resultaba posible tomarse el tiempo necesario para construir un nuevo palacio conforme a sus gustos y exigencias. Afortunadamente respetó ( y probablemente acertó ) los sentimientos del pueblo de Madrid al señalar su emplazamiento sobre las cenizas del anterior.

domingo, 7 de julio de 2019

SITUACIÓN INCÓMODA

Manuel  Godoy y Álvarez de Faria había contraído matrimonio con María Teresa de Borbón y Villabriga en 1795. 



Así entraba oficialmente en la familia real, ya que su esposa era hija del infante don Luis, hermano de Carlos III y prima por consiguiente de Carlos IV. Una jugada excepcional del favorito, que percibía además como dote la suma de cinco millones de reales. Nunca se sabrá con certeza si la iniciativa se este enlace partió de la reina María Luisa, del propio Godoy o de Maria Teresa de Borbón, seducida de antemano por la apostura varonil de su flamante esposo. Si fue la reina en un intento desesperado por apartarle de Pepita Tudó, jamás  pudo cometer disparate mayor. 



La amante de Godoy, por compensación, fue nombrada condesa de Castillofiel y en un alarde de jactancia se la llevó a vivir a su palacio. Jovellanos, invitado un día a comer a comer en casa de Godoy, se abochornó al verle sentado a la mesa teniendo a un lado a su mujer legítima y al otro a Pepita Tudó. Todo parece indicar que la vergüenza y el pudor no eran cualidades esenciales de Manuel Godoy.
Refiere Gonzalez Santos que hallándose algo distanciados la reina y él, y con ocasión de haberse procurado ella un nuevo amante ( un tal Maillo ) el rey preguntó directamente a Godoy en presencia de su esposa que de donde sacaba tanto dinero aquel indivíduo, Godoy entonces con una ojeada maliciosa hacia Maria Luisa, le respondió que de una vieja fea que para mantenerle era capaz de robar a su marido..

sábado, 6 de julio de 2019

EL PUEBLO POETA

Quien no crea que las glorias terrenales son efímeras debe observar con atención el ejemplo del conde-duque de Olivares. 

Gaspar de Guzmán, conde-duque de Olivares, a caballo(c. 1634), cuadro de Diego Velázquez expuesto en el Museo del Prado.


Lo tenía todo y lo perdió igualmente, tal vez por esa obsesión suya que señala Marañón :" pasión de mandar ". Hubo un momento en el que la figura de Olivares eclipsó políticamente a la de su rey y protector, Felipe IV. Y esto un rey, por muy aficionado que sea a los placeres, a las diversiones, por mucho que aparente dejar las riendas  en manos del cochero para así dominar mejor durante el viaje, termina no permitiéndolo y, lo que es peor para quien agarro el tiro y lo creyó suyo, no perdonándolo Felipe IV, el rey absoluto, se rebeló contra la tiranía y el despotismo de su valido el conde-duque de Olivares y lo desterró a Loeches. Pero al pueblo de Madrid le parece demasiado cercano bel lugar del destierro, demasiado benigna la sanción. Hubo conatos de protesta airada, pero triunfó la sensatez. No eran los más propicios aquellos tiempos para desafiar la autoridad real. Se impuso la pluma a la espada, la jovialidad a la  indignación. Y ésta es la muestra  :
                    " Para tan grande traidor
                      poco destierro es Loeches
                     te suplicamos señor
                     que lo eches .. de Loeches "


viernes, 5 de julio de 2019

AQUELLOS TEATROS DEL SIGLO DE ORO

  De  antiguo le viene a la Villa y Corte la afición por el teatro. En loa albores del Siglo de Oro y a lo largo de los siguientes el teatro constituye en la capital no solo un espectáculo divertido, grato e interesante sino todo un espectáculo político, social y cultural de gran envergadura. 



  Hasta su cerramiento definitivo, hecho que ocurrió más adelante, los teatros eran locales al aire libre. Los ya famosos " corrales de comedias ", eran en realidad patios rectangulares entre las casas, donde el escenario se protegía con la pared de una de ellas y las demás servían de acomodo a los espectadores. Los más célebres y frecuentados de la corte fueron el del Príncipe ( teatro Español hoy ) y el de la Pacheca, a pocas manzanas, llamado así por el nombre de su propietaria, Isabel Pacheco. Hubo algún otro, cuya recaudación iba generalmente destinada al auxilio de cofradías y hermandades que regentaban hospitales, como el de Antón Martín, o de las Bubas, el de la Cruz  rl de Burguillos. El auge del teatro dio lugar al uso de una complicada terminología, entre la técnica, entre técnica y castia, para designar espacios, funciones, personas, algo difícil de entender por los no iniciados.

"CAZUELA", se llamaba a la zona ocupada únicamente por mujeres  debajo de ella estaba la "LA ALOJERÍA " o despacho de bebida.

" REJAS" , " APOSENTOS " y "DESVANES" eran cuartos destinados a observar las representaciones sin ser visto, alquilándose todo el conjunto y no por billetes o entradas.

"EL DEGOLLADERO"  para las localidades de patio.

"LAS LUNETAS", que eran bancos corridos.
" LOS MOSQUETEROS", eran los espectadores.  más habituales y exigentes que solían moverse de un lado para otro del patio durante las representaciones, dando muestras sonoras de aprobación o de reproche, según los casos. Estos mosqueteros, a la manera de un ligero antecedente de la " claque ", eran temidos por los actores y empresarios que en multitud de ocasiones intentaban pactar con ellos para salvar una obra del fracaso y no lo consiguieron en  ninguna.
" EL APRETADOR " Con el fin de que el aforo fuese mayor y, en consecuencia, más alta la recaudación, cuando los espectadores estaban colocados o colocándose, a punto de iniciarse la función, aparecía  este personaje, que siempre conseguía un hueco más, a base de estrujar a los presentes, de suerte que si antes la fila fue de diez ahora cabrían  en ella catorce o quince.
" EL AUTOR " no era quien escribía la comedia sino rl director de la compañía. Al verdadero artífice de la obra solía designársele casi despectivamente como poeta y en todo caso, cuando, cabía un determinado respeto a su figura, se anunciaba públicamente que el argumento de la o ra programada se debía a "ingenio de esta corte".
A uno de los "aposentos" del corral de comedias, el decorado con lujosos tapices y sillones de ricas sedas, acudía con bastante frecuencia el rey Felipe IV. Es un enamorado del teatro, aunque la auténtica razón de estas visitas secretas ( que todo el mundo conoce )no es su pasión por el teatro, ni por la obra que se representa, sino por la actriz de moda, María Calderón, cómica de belleza singular a la que el "todo Madrid" de la época llama familiarmente la Calderona. Todos menos el rey, que llega a tener un hijo de ella. Felipe IV no se recata en protegerle. Un día este hijo bastardo, Juan José de Austria, llegará a ser general de los ejércitos de España.



Historia de la Villa de Madrid de José Antonio Vizcaíno