miércoles, 25 de octubre de 2017

COSAS DE MADRID

PROTAGONISTAS:

José Paúl y Angulo fue un político, escritor y periodista nacido en Jerez de la Frontera, Cádiz, en 1842 y fallecido en París 1892, que ha pasado a la historia como principal sospechoso de la emboscada a tiros, una noche en Madrid en la calle Marqués de Cubas, al General Juan Prim.
En Biografías y Vidas se dice de él: “Político español. Apoyó la revolución de 1868 y fue diputado por Jerez. Tras participar en la insurrección republicana de 1869, tuvo que exiliarse. A su regreso a España instigó, al parecer, el asesinato de Prim, lo que le obligó a expatriarse. Emigró a América, donde amasó una gran fortuna, y luego a París. Es autor de Memorias de un pronunciamiento (1872) y de Los asesinos del general Prim y la política en España(1886)”.
Vuelto a España y como tenía dinero  se dedicó a promover la República con el ideario de libertad, fraternidad e igualdad. Se gastó su fortuna persiguiendo esos ideales. Siempre  iba protegido por una serie de compañeros. Había sido atacado varias veces por la conocida 'banda de la porra’. Incluso habían atacado a la redacción del periódico, de su propiedad, 'El Combate' cuando estaba en la Plaza de los Mostenses.

Felipe Ducazcal, nacido en 1845 en el número 3 de la calle de la Palma de Madrid y fallecido en 1890 en su casa de la calle Alcalá 77. Fue tipógrafo en la imprenta que su padre tenía en la Plaza de la Ópera, donde se alzó el Real Cinema. Ducazcal siendo muy joven se afilió al partido del general Prim. Fue empresario teatral en Madrid (ver la entrada anterior del 24/10). En su vida hubo un lado oscuro: la organización y dirección de la sinuestra Partida de la Porra, un grupo de matones a sueldo, que se dedicaban a asaltar las redacciones de los periódicos que no comulgaban con sus ideas, reventando mítines políticos o molían a palos a periodistas incómodos, llegando a ocasionar muertes.

Benito Pérez Galdós:Una noche de las últimas de noviembre (1870), los mitológicos asaltaron el teatrito de Calderón, donde había de estrenarse un sainete cómico-burlesco, titulado Macarronini I (Eduardo Navarro Gonzalvo fue el autor de aquella bufonada cómica en un acto y en verso). Tomadas y ocupadas por la cuadrilla todas las butacas, desde la fila 4.ª a la 24, apenas se levantó el telón empezó el disparo de patatas y de verduras arrojadizas sobre los pobres comediantes; y como estos protestaran con ira, los alborotadores invadieron el escenario, y allí no quedó decoración entera, ni mueble sano, ni actor sin desgarrones en la ropa y cardenales en el rostro. Huyó el público despavorido, se desmayaron muchas señoras, y algún niño salió magullado. A los agentes del Orden no se les vio el pelo, y el acto vandálico se consumó con discreto alejamiento de la autoridad. Y menos mal que no hubo muertos, como en el salvaje atropello del casino carlista de la Corredera. De este y otros desmanes quedó en el público un rastro de indignación, de acres disputas. Paúl en su Combate y Ducazcal en La Iberia, se pusieron de vuelta y media, achacándose uno a otro la culpa del escándalo. Felipe se jactó de haber maltratado al jerezano en plena calle. Lo más suave que Paúl dijo a su enemigo fue este puñado de flores: «Al jefe de la partida de asesinos, protegidos por el Gobierno que a España deshonra, a Felipe Ducazcal, tiene dicho el director de El Combate: -Que le reconoce como vil y cobarde agente del ignominioso Gobierno de Prim y Prats. -Que mintió como un villano al asegurar que le había maltratado, quitándole el revólver. -Y, por último, que sin embargo de su despreciable condición, dispuesto estaba a batirse con él cuando quiera y como quiera».
 
Benito Pérez Galdós en La España Trágica de Los Episodios Nacionales describió los pormenores del duelo a pistola más insólito de la historia de Madrid, por los personajes que se enfrentaron –Felipe Ducazcal y José Paúl y Angulo-, por las consecuencias que supuso para uno de los dos y por cómo se llegó a los hechos. Ocurrió en 1870. El perdedor fue Ducazcal, de 25 años, que acabó con un balazo incrustado en lo más profundo del oído y que nunca pudieron extraerle. Convivió con la bala 20 años, hasta su muerte a los 46.  Del relato de Pérez Galdós se desprende que Ducazcal cometió un error muy grave cuando en un instante volvió la cabeza hacia un lado mientras arrojaba su pistola encasquillada al suelo. Paúl y Angulo no vaciló un segundo, apuntó, disparó y el proyectil impactó en su rival. “En una de las suertes, le falló a Ducazcal la pistola; arrojola con gallardo gesto, volviendo la cabeza. En aquel momento la bala de Paúl le entró por una oreja. Felipe dio una gran voltereta y cayó como muerto”.

Fuentes : Biografía y vidas
                    Benito Pérez Galdós "La España Trágica" Episodios Nacionales

Ejemplar de El Combate BNE
Felipe Ducazcal
Imprenta Plaza de la Ópera

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