Calle Sagasta, 27
A finales del siglo XIX y principios del XX, era costumbre que la nobleza construyeran casas en las que se reservarse una o dos plantas para su uso personal dejando el resto para alquilarlas. Una curiosidad, los pisos y viviendas se ocupaban de mayor a menor categoría social, siendo los últimos pisos así como los interiores para el pueblo llano.
Como veis el propietario colocaba sus iniciales con una corona, en este caso era un conde
Fotografías propias
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