De la Cava de San Miguel a la plaza de Puerta Cerrada:
Por el terreno de esta calle venía la muralla desde la Puerta Cerrada hasta la de Guadalajara, y en este trozo de ella había unas torres fuertes de pedernal, que se derribaron en tiempos de los Reyes Católicos. Luego se estableció allí el gremio de maestros cuchilleros o espaderos, que ha conservado durante largo tiempo su primitiva estancia. Tenía por patrón al apóstol Santiago el Mayor, cuya cofradía se estableció en la iglesia parroquial de San Pedro el Viejo, con altar propio. Y la permanencia de los cuchilleros en este lugar estaba motivada por la proximidad a las antíguas carnicerias, cuyos puestos o tablas estaban en la Plaza Mayor. Junto a la Escalerilla de Piedra que comunica a esta plaza con esta calle comenzó el famoso incendio de 1790.
El Arco de Cuchileros que da acceso a a Escalerilla es un curioso rincón mdrileño que parece fondo de aguafuerte, y aún conserva a su lado, para contribuir a su fuerza pintoresca, la entrada a un bodegón (Las Cuevas de Luis Candelas).
Todas las casas de esta calle que vienen desde el Arco son de igual antigüedad que la Plaza Mayor, y algunas de entrada tan inverosímil que parece disimulada de intento. Aquí hay una célebre hostería, desglosada de otra famosa cuyo mismo nombre recuerda, y donde la glotonería turística puede quedar satisfecha con los corderos o los cochinillos asados.
Aunque esta calle es un atajo para ir de la Plaza Mayor a la de Puerta Cerrada y a la Cava Baja, no quita, sin embargo, el tránsito para estos sitios por la calle de Toledo, es un lugar de variadisima animación durante el día y durante la noche.
Fuente: Las calles de Madrid de Pedro de Répide
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