Esta historia comienza en la localidad de Carrión de los Condes en tiempos del rey Felipe IV, allí en un convento había una monja muy nilagrera por nombre sor Luisa, quién probto alcanzó mucha popularidad entre las gentes de los contornos. No tardó la Inquisición en tomar cartas en el asunto y, desde Valladolid, envió gente para detenerla y llevarla a la ciudad castellana para que prestara declaración. La detuvieron y, oor el camino, realizó algunos prodigios; el que más sobresalió fue en una venta, donde encontró a dos pequeños mellizos con su madre, a la que se le había retirado la leche, estando los críos a punto de fallecer de hambre; entonces la monja consiguió que los pechos maternos se colmaran. El suceso llenó de admiración a los que allí se encontraban, pero no convenció a sus guardianes. Aprovechando un descuido, sor Luisa huyó, pero enseguida fue encontrada y conducida a prisión, donde algunos años más tarde falleció. La madre de los mellizos regresó a Madrid, donde prontamente falleció unos de los mellizos; el otro más adelante contaría a las gentes el hecho prodigioso ocurrido en su infancia, y considerándole un elegido, empezó a recibir cuantiosos donativos, adquirió un importante capital en tierras y dinero. A su muerte, cedió el terreno de su casa a la cofradía del Santísimo Sacramento, dejando además una importante cantidad para misas por su salvación y especialmente, por la de su hermano.
Para saber más : Leyendas y anécdotas del viejo Madrid de don Francisco Azorín
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