martes, 2 de mayo de 2017

LA TORRE DE SAN PEDRO EL VIEJO

Este es el nombre  popular; el de la iglesia es el de San Pedro el Real, se halla entre la cuesta de San Pedro, calle del Nuncio y la travesía del mismo nombre Es uno de los templos más antiguos de Madrid, que conserva la bella capilla de los Lujanes, con sus trofeos. Pero de lo que nos vamos a ocupar es de su espléndida torre mudéjar, con su ventana arábigo-bizantina. Torre que, es origen de varias leyendas:


Se dice que cuando llevaron las campanas para su instalación, se comprobó que no cabían en las escaleras de acceso a la torre. Inútilmente se probó varias veces. Como se hacía de noche se dejó la decisión para tomarla al día siguiente y se fueron los obreros a dormir a sus casas. Regresaron, muy de mañana, con la preocupación consiguiente, encontrándose con la sorpresa que ya se hallaban colocadas en el campanario, sin que se pudiera averiguar quién las había subido hasta allí
Madrid ( aunque nos cueste hacernos a la idea a nosotros, personas que vivimos en el siglo XXI ) fue un pueblo eminentemente labriego, donde el campo era protagonista de la vida de los vecinos de entonces. Corrió el rumor de que las campanas de la iglesia de San Pedro el Viejo, en su volteo, destruían las nubes cargadas de pedrisco. Por ello los campesinos pedían y pedían, a cambio de algunos dineros, que sonaran cuando se aproximaban las mencionadas nubes y, el campanero tuvo así un sustancioso sobresueldo que le permitió adquirir unas tierras al otro lado del río Manzanares.
Seguimos con las famosas campanas y, ya penetrando totalmente en el campo de lo mágico. Se afirmó que tocaban, sin que nadie manejara sus gruesas cuerdas, en momentos difíciles de la historia madrileña: cuando en El Escorial, murió FelipeII ; cuando el Príncipe de Gales, futuro Carlos I de Inglaterra, abandonó la Corte sin haber conseguido la mano de la infanta María y se fue a su tierra, donde le estaba aguardando el cadalso; cuando la invasión francesa; cuando las epidemias de peste que asolaron a Madrid.
En resumen, las campanas sonaban como un aviso trágico o, tal vez, como un lamento sordo.

Leyendas y Anécdotas del Viejo Madrid de D. Francisco Azorín García
Editorial Avapies séptima edición: octubre de 1992


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