sábado, 31 de diciembre de 2016

LOS HIJOS DE LARRA

Todos conocemos, por lo intenso y trágico de su breve existencia, la biografía de Mariano José de Larra y Sanchez de Castro (1809-1837), la de sus descendientes, no es tan conocida,  vidas que no desmerecen en interés a la de su progenitor. Larra tuvo de su matrimonio con Pepita Wetoret y Velasco (1809-1894)


tres hijos Luis Mariano,  Adela y Baldomera.


Luis Mariano de Larra Wetoret (1830-1901), llamado familiarmente Cocó, y por las malas lenguas que nunca faltan “en este país”, “Larra, el malo”, fue, ademas de funcionario del Estado, dramaturgo de éxito (su obra mas celebrada fue “La oración de la tarde”) y libretista de zarzuelas, entre ellas la famosísima “El barberillo de Lavapiés”, con música del maestro  Barbieri, estrenada en el Teatro de la Zarzuela de Madrid el 18 de diciembre de 1874. Casó con la actriz Cristina Ossorio Romero y tuvieron, como sus padres, tres hijos: Mariano, María y Luis. Aunque ganó mucho dinero con sus obras dramáticas murió pobre, como su padre.


Adela de Larra Wetoret (1831 – ?), la niña que con solo seis años descubrió el cadáver de su padre la fatídica noche, casó con Diego García Nogueres, un potentado, natural de Santa Fe. Ella fue la famosa “dama de las patillas”, amante o, al menos, amiga especial del rey  Amadeo I de Saboya.


Galdós la retrata en los Episodios Nacionales “Amadeo I” :
“Era la tal de mediana talla, bien formada y no mal constituida de carnes y anchuras … el rostro, tan agraciado como hermoso: tez morena, ojos expresivos, grande la boca, tan abundante el pelo, que no se contenía dentro de sus límites naturales, extendiéndose por delante de la oreja , como un rudimento suave de varoniles patillas”. El Conde de Romanones  da por cierta la aventura del Rey galantuomo con la “dama de las patillas” a la que describe como “ Mujer grácil, por cuyas venas corría la sangre de un escritor genial, maestro del periodismo, reunía a su seductora belleza el atractivo de un espíritu cultivado de un vivo ingenio”. Habitaba Adela en un hotel del paseo de la Castellana adonde acudía el rey todas las noches, acompañado de su fiel Locatelli. La historia concluyó cuando, durante las vacaciones veraniegas de la corte en Santander, Amadeo sedujo a la rubia esposa del corresponsal del Times. Cuando los rumores del affaire llegaron a Madrid, una indignada Adela se puso en contacto con un redactor de El Imparcial, dispuesta a hacerle llegar las cartas de amor del rey. Será uno de los amigos más íntimos del rey, Díaz Moreu, el que evite el chantaje, recuperando las cartas a cambio de una abultada cantidad de dinero. Desde ese momento  Adela se dedicará a acosar al rey, persiguiéndolo por todo Madrid, hasta que Amadeo, harto de encontrarse a su ex-amante en toda clase de saraos y actos oficiales, dé orden de que se la destierre “cuanto más lejos, mejor ”.

Poco después las Cortes depondrán al rey , y proclamarán la República. Esa caída será el origen de la fortuna y desgracia de la más pequeña, de los hermanos Larra:


Baldomera,(1835 -1915) según algunas opiniones verdadera pionera de la ingeniería financiera. Casada con el médico del rey, el cambio del regimen deja a la familia en la calle, y el doctor acaba emigrando a América. Su esposa, menguados sus ingresos y con varios hijos a su cargo, acaba en manos de una prestamista, a la que ofrece el ciento por ciento de interés. Lo que empieza como una fanfarronada acabará por convertirse en el germen de una de las estafas más célebres de la historia de España.

El rumor se extiende por Madrid: hay una caja en Madrid que promete unos intereses del 300%, que abona puntualmente. En los barrios populares, la historia excita la imaginación de las masas. Las colas la Plaza de la Paja, donde tiene su sede la Caja de Imposiciones, se convierten en algo rutinario. Doña Baldomera se ganará el título de madre de los pobres.

Pronto empiezan a llegar gentes de fuera de Madrid, dispuestas a reclamar su parte del paraíso que les ofrecen a un 300%.

Y mientras se prepara la catástrofe, las autoridades, ¿qué hacen? Nada. Meses pasan antes de que el asunto aparezca en los periódicos. Para entonces ya circulan por organillos, pianos de café y tiendas de partituras varias piezas dedicadas al asunto.


Mientras tanto, nuestra heroina ha conseguido burlar el cordón policial y cruzar la frontera por Irún, aparentemente en dirección a Bruselas (donde, cazador cazado, pierde una abultada cantidad de dinero en la quiebra de un banco local), y posteriormente a París, donde será detenida en julio de 1878.

De su matrimonio con García Nogueres nacieron tres hijos: Diego, Abelardo yAdela.


Historia de Madrid de Federico Bravo Morata

Anécdotas y Leyendas de Madrid de Francisco Azorin









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