El palacio del Marqués de Santa Cruz, también conocido como Palacio del Conde de Superunda, es un ejemplo de la arquitectura palaciega de la épica de Carlos III. Este palacio fue encargado en la década de 1760 por don Diego Manso de Velasco, II Conde de Superunda, quien adquirió el sitio número cinco de la manzana 536 de esta Corte, hoy calle de San Bernardino, 14, con vuelta a la calle del Limón, para construir en su solar la que sería su residencia nobiliaris. El palacio fue proyectado y construido en 1768 por el arquitecto Antonio Plo, al que se añadió en 1774 una portada neoclásica obra de Agustín López. Este palacio conservó su aspecto original durante algo más de 100 años, hasta que fue adquirido por el XII Marqués de Santa Cruz, Don Francisco de Borja de Silva y Téllez-Girón, y se emprendieron, ya en 1870, obras de ampliación y reforma interior por el arquitecto Juan José Sánchez Pescador. Con estas obras, que mantuvo prácticamente intacta la estructura primitiva, se construyó un piso supletorio aprovechando que el salón de baile tenía mayor altura por la parte del palacio que daba a la calle del Limón, lo que de paso obligó a modificar los huecos de la fachada, como la construcción de una nueva puerta de acceso por esta misma calle. A partir de este momento el palacio empezó a denominarse y a conocerse con el título de su nuevo propietario. En la década de 1980 fue remodelado el interior del palacio para transformarlo en un edificio de viviendas, pero conserva intactas sus fachadas, tal cual quedaron después de su última reforma en 1870.
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